Buenas Practicas en Piscinas de Uso Público - Alcalá la Real ES deporte

Buenas Practicas en Piscinas de Uso Público

El comportamiento y conducta de los usuarios cuando  hablamos de higiene en las piscinas, tanto cubiertas como al aire libre es fundamental. Queremos dar unas pautas que consideramos que hay que tener en cuenta, a la hora de acudir como usuarios a una piscina.
El Respeto al resto de usuarios. Es  premisa fundamental a cumplir. Son momentos de ocio y disfrute con amigos, familiares, compañeros, etc., pero eso no significa que «todo valga». Podemos estar saltando, corriendo, hablando, jugando a la pelota, (cuando no esté prohibido), pero siempre respetando el espacio de los demás. Hay que estar con cuidado de no golpear a nadie, no pisar sus pertenencias, toallas, etc. A nosotros tampoco nos gustaría que nos lo hicieran.
Mucho ojo con los juegos dentro del agua y en los alrededores. El no prestar atención en estos casos, suele ser una de las causas de numerosos accidentes. Correr y saltar en las cercanías del vaso puede provocar que, debido a la humedad recogida en el piso, podamos resbalarnos y nos dañemos nosotros mismos y/o a los que están a nuestro alrededor. Igualmente hay que tener precaución a la hora de entrar al agua, ya que si lo hacemos sin mirar, puede haber personas nadando o buceando a los que podemos causar graves daños. En este sentido, siempre que sea posible hay que acceder al vaso por las escaleras. Una vez dentro del agua, hay que tener presente también la cantidad de personas que se está bañando en ese momento y tener cuidado de no molestar o poder golpear a nadie durante nuestro nado o juego.

Material de flotación en el agua, solo cuando sea posible. En algunas instalaciones está totalmente prohibido su uso. En otras, aunque no lo esté, hay que tener presente que puede molestar y ser peligroso para otros usuarios, por lo que hay que que tener mucho cuidado de cómo y en qué momento lo utilizamos.

Evitar uso de objetos peligrosos en la zona de agua, césped y toallas. Un ejemplo de esto, son los vasos o recipientes de cristal. Por lo general está prohibido su uso, ya que si se rompen pueden causar cortes a las personas.

Seguir las prácticas higiénicas recomendadas:

– Uso de chanclas. Es más que recomendable tenerlas en todo momento dentro de la instalación, una vez que nos hayamos quitado el calzado de calle. En la zona de duchas y vestuarios sería fundamental su uso, ya que así evitaremos el contagio de enfermedades infecciosas de la piel, como pueden ser por ejemplo los tan famosos hongos. En este sentido, hay un hecho a destacar que se suele dar en los padres y madres que van a recoger a sus hijos a los cursos. Para ayudarles a duchar, pisan en la zona de duchas con su calzado habitual, lo cual favorece al aumento de agentes contaminantes. Si necesitan acceder a la zona de duchas para ayudar a sus hijos, lo adecuado sería que trajeran unas chanclas de repuesto para estar en esa zona. Es conveniente saber no obstante, que podemos tener hongos habiendo usado correctamente el calzado adecuado. Es muy importante en este sentido, secarse correctamente todo el cuerpo y sobre todo los pies a la hora de ponerse el calzado, incidiendo en las zonas interdigitales, ya que la humedad y el calor es un factor que beneficia el contagio de este tipo de infecciones.
– No usar calzado de calle dentro de la instalación. Aunque se venga en chanclas de la calle, no es justificación para no cambiarse. Habría que ponerse un calzado que no haya estado en contacto con las bacterias y posibles agentes contaminantes del exterior. Igualmente, las personas que entran a la zona de baño vestidas también se convierten en focos de contaminación, por los posibles gérmenes adheridos a la ropa.
– Ducharse antes y después del baño. Antes, para eliminar gérmenes y partículas que se puedan transmitir a la lámina de agua. Después, para eliminar el cloro de nuestro cuerpo y ropa de baño.
– No bañarse si se padece una enfermedad infecto-contagiosa. Algunos microorganismos son resistentes a las dosis empleadas de cloro (que suele ser el principal agente desinfectante usado en las piscinas).
– No ponerse ropa interior debajo del bañador. Es un hecho muy frecuente hoy en día, sobre todo entre los jóvenes que acuden a las piscinas de verano.
– No afeitarse o depilarse en los vestuarios. Se evita así que se puedan producir cortes que provoquen el sangrado y posible contagio para otras personas.
– Uso de gorro para bañarse.

 


Comer, beber  solo en las zonas habilitadas.
Seguir las indicaciones del socorrista y del resto de personal de la instalación. Están ahí para ayudarnos y para evitar que corramos riesgos. No pretenden aguarnos el día e impedir que disfrutemos de nuestro tiempo de ocio, si no, que quieren que lo hagamos de una forma segura para nosotros, para el resto de usuarios y para la instalación. Es muy importante seguir las pautas que nos marca todo el personal, independientemente de que sea el/la socorrista, jardinero/a, taquillero/a, limpiador/a, etc. Igualmente, es importante leer los carteles y letreros colocados en la instalación, para saber cuales son las recomendaciones y normas a seguir.
En resumidas cuentas, vemos que a la hora de disfrutar adecuadamente de la piscina, lo principal es el respeto hacia el resto de usuarios, empleados, instalación y básicamente el uso del sentido común. Con poner cada uno un poco de nuestro lado, podemos conseguir que este sea un verano de disfrute y gozo en las piscinas.

Información recogida en la www.estilolibre.com